El Colicorto Gris o Zarigüeya de cola corta es un pequeño marsupial procedente de las selvas de América del sur, especialmente de Bolivia, Brasil y Paraguay. Actualmente es la zarigüeya más extendida como mascota, y eso se debe, principalmente, a su buen carácter, su fácil mantenimiento y su prolífica reproducción.
Además, son usadas en laboratorios de todo el mundo para la investigación, de ahí que sean conocidas también como zarigüeyas de laboratorio.
Su tamaño oscila entre los 13 y 15 centímetros, a los que hay que sumarles unos 7 más de cola. Los machos suelen ser más grandes que las hembras. Se caracterízan por un pelaje que varía del gris al parduzco y poseen una cola prensil que les permite colgarse de los árboles.
La dieta de nuestras zarigüeyas debe basarse en pienso seco para gatos de alta gama, pudiéndose complementar con frutas como la manzana. Podemos proporcionarles también pollo crudo y huevo cocido. Además, es muy recomendable darles a diario alimento vivo, siendo especialmente recomendables los grillos o las cucarachas.
Los colicortos son animales extremadamente territoriales, por lo que hay que mantenerles individualmente. La jaula idónea para este tipo de animales es más alta que ancha, ya que les encanta escalar. Debemos poner a su alcance una caseta en la que puedan refugiarse durante el día o cuanto estén amenazados. Como sustrato podemos utilizar viruta o papel de cocina.
Este tipo de zarigüeyas alcanzan la madurez sexual en torno a los 5 meses de edad. Las hembras son de ovulación inducida, es decir, ovulan al juntarse con un macho. Para reproducirlas con éxito debemos juntar a la pareja alrededor de 10 días. Una vez pasado ese periodo debemos separarlos, y, si todo ha salido bien, entre 7 y 15 días después tendrá lugar el parto. Cada camada suele tener una media de entre 5 y 10 crías. No es recomendable dejar que se reproduzcan más de dos veces al año, ya que esto supondría un desgaste directo en la condición física de la hembra.
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