Céstodos en los Erizos: Parásitos Internos

Conocer por qué aparecen los céstodos en los erizos y cómo prevenirlos es esencial para garantizar la salud de los erizos. Los parásitos no son demasiado comunes en esas mascotas, pero es necesario tenerlos en cuenta antes de adquirir un erizo enano africano. Los parásitos son organismos que viven en las mascotas y que las utilizan en su propio beneficio. Los hay tanto endógenos como exógenos, dependiendo de si viven en el interior o en el exterior del animal.

Dentro de los endógenos están los céstodos. Son una clase del filo platelmintos que agruma más de 4000 especies, todas parásitas, como las tenias y otros gusanos acintados. Suelen localizarse en el tubo digestivo de los vertebrados. Están compuestos por tres partes: el escólex o cabeza, el cuello y el estróbilo o cuerpo.

Tienen un órgano de fijación que los adhiere al hospedador. Son hermafroditas, por lo que pueden autofecundarse y proliferar en el organismo de los erizos. Tienen un ciclo indirecto, generalmente con dos hospedadores. Los huevos eliminados por los adultos forman una larva en los tejidos de un hospedador diferente. El tratamiento debe ser especificado por un veterinario, pero generalmente no producen problemas. La mejor acción contra los parásitos internos es anticiparse y utilizar métodos preventivos.

Mantener una buena higiene en la jaula de la mascota es indispensable para acabar con los agentes causantes de la proliferación de los microorganismos nocivos. El agua de bebida debe ser cambiada a diario, especialmente si es ofrecida a través de un cuenco convencional. También es importante retirar cada día la comida sobrante y cambiarla por pienso fresco recién suministrado. El lecho absorbente debe ser de buena calidad. Desarmar el alojamiento y desinfectarlo una vez cada quince días juega un papel muy importante en la prevención. Con medidas tan simples como esas puede evitarse casi completamente la aparición de nuevos parásitos.