El gato ocicat es una raza prácticamente nueva. Sin embargo, se ha covertido en una de las favoritas por los amantes de los felinos, por ese aspecto salvaje que tiene, pero a la vez un carácter tranquilo y bueno.
Quizás no sea el gato más aconsejable con el que comenzar si va a ser la primera vez que un felino va a estar bajo tus cuidados, pero si ya tienes algo de experiencia, no te desagradará tener a este gato como un compañero de piso.
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Cómo cuidar a un gato ocicat
Dale libertad para curiosear: Como la mayoría de los gatos, el ocicat es una raza bastante curiosa, que le encanta ver todo lo que pasa en la casa. Si lo ves dormido y te levantas para hacer algo, antes de que te des cuenta lo tendrás cerca de ti para cotillear lo que estés haciendo. Por esta razón es aconsejable vigilar mucho a tu alrededor a la hora de moverte y de hacer algo porque te podría dar un buen susto o podrías pisarlo sin querer.
Intenta inculcarle desde pequeño quien manda en casa: Aunque este gato entra en la categoría de los felinos “gato-perro”, eso no quiere decir que siempre te vaya a hacer caso en todo. Desde que sea pequeño tienes que demostrarle quien manda en la casa, para que cuando esté haciendo algo mal pare en cuanto le digas algo. Utiliza un vaporizador con agua o dale pequeñas cachetadas con una zapatilla. De ese modo, al hacer algo malo cuando te vea con eso en la mano lo entenderá y se estará quieto. Bajo ningún concepto lo acostumbres a los gritos al hacer algo malo, porque eso lo estresara y podría hacer que se volviese un animal violento.
Juega con él siempre que tengas un rato libre: Es un gato muy activo, por lo que no es nada aconsejable dejarlo que se pase el día durmiendo sin que haga ejercicio, o por la noche no te va a dejar a ti dormir. Por eso compra una pelota para jugar a tirársela (le puedes enseñar a que te la traiga) o una cuerda con la que juguetear con él. Si hay otro gato en casa también le gustará jugar con él.
Puede convivir con otros animales: No es un animal que ponga pegas a tener otros animales a su alrededor, ya que es bastante amistoso. Cuando es pequeño le encanta jugar con los más grandes, pero cuándo es él el mayor, acogerá al recién llegado como si fuera uno de sus cachorros, para que no se sienta solo.
Cepíllalo esporádicamente: Es un gato de pelo corto, por lo que no es necesario que lo cepilles muy a menudo. Con hacerlo solo un par de veces al mes te bastará. En su época de caída de pelo si que es recomendable hacerlo dos veces por semana como mínimo. No le suelen dar miedo los cepillos, pero por si acaso es mejor que le acostumbres a hacérselo desde pequeño.
Visita de vez en cuando el veterinario: Al ser una raza joven todavía no se le han detectado enfermedades relacionados con la misma. Pero ello no significa que no le lleves al veterinario para que le hagan revisiones anuales, le quiten la cera de los oídos, le corten las uñas.
Dale una buena comida: Al ser un gato que adora hacer ejercicio no es propenso a engordar. Pero aún así le tienes que dar una buena comida de calidad, que sea buena para su salud y no le haga coger peso.
Otros consejos para el cuidado del ocicat
Al ser un gato tan inteligente, y que en algunas ocasiones se comporta como un perro, no hay problema con que lo saques a pasear de vez en cuando por la calle. Desde pequeño acostúmbralo a ir con el arnés y a pasear y será algo que él mismo te pida.
Es mejor tener a este animal en una casa donde haya bastante terreno, para que así pueda correr libremente cuando le apetezca hacer ejercicio. Si vives en un piso, que este tenga un largo pasillo. Porque si no el animal se pondrá nervioso por no poder quemar toda la energía que tiene.