Conseguir que el Perro Acuda a la Llamada

Conseguir que el perro acuda a la llamada es uno de los principales objetivos de todas las personas que mantienen a un cánido como mascota. Ese acto es muy necesario en el día a día. Si el perro no responde a la llamada de su propietario la mascota puede terminar corriendo muchos riesgos al salir a pasear. La educación del cachorro debe llevarse a cabo en su plenitud a una temprana edad antes de que aparezca una situación complicada. Por motivos de seguridad nunca hay que dejar salir a la calle al perro si todavía no ha aprendido a obedecer esa orden.

La orden debe pronunciarse de forma calmada y clara, siempre acompañada de gestos que la refuercen como podría ser un movimiento de mano señalando al suelo. Siempre debe ser la misma palabra para que el animal pueda asociarla a base de muchas repeticiones. Si el perro acude debe ser recompensado con una golosina para que entienda que lo ha hecho bien. Eso hace que tenga ganas de volverlo a repetir.

Establecer una conexión entre la mascota y el propietario es indispensable para llegar al entendimiento. Para ello hay que pasar mucho tiempo junto al perro y crear lazos de confianza. A través de condicionamiento positivo mediante el suministro de premios los cachorros se sienten estimulados y empiezan a asociar la orden como algo bueno e intentan repetirlo para recibir de nuevo la golosina. Es apropiado dedicar un buen rato al día a reforzar el proceso para conseguir que el perro acuda a la llamada. Siempre debe hacerse en un lugar diáfano, sin distracciones para la mascota. Gritar nunca es bueno para los perros. Intentar que aprendan a base de sonidos fuertes y amenazas únicamente contribuye a empeorar la reacción del animal. Un perro obediente se consigue únicamente con esfuerzo y mucha dedicación reforzando siempre cada acto con pequeños premios que inciten al animal a hacer lo que se le pide.