El tercer post de la serie que estamos realizando sobre el American Staffordshire Terrier, va dedicado a la relación de este con otras mascotas. Su apariencia y que en sus inicios fuese criado para pelear puede hacer pensar que va a ser un terremoto con animales como los gatos o los conejos, pero la realidad va a ser bien distinta, vamos a ver qué tal es la convivencia del Amstaff con otras mascotas. Lo cierto es que a pesar de su aspecto y del uso que se dio a la raza, no estamos ante un perro agresivo, ni que normalmente busque pelea. Lo que si es cierto es que es muy seguro de si mismo, y por tanto si algún perro le “falta el respeto” el American Staffordshire Terrier por naturaleza responde y el problema es que suele tener mucha más fuerza que otros perros. Suele mostrarse muy pendiente de su dueño, con el que es hasta algo sumiso, (de ahí lo de carácter pasivo ) y si le hemos dado una buena educación desde cachorro no dejará nunca de esforzarse en hacer mucho caso a su líder porque disfruta con ello, así que, si combinamos su predisposición con nuestra disciplina es un perro bueno y calmado que no busca conflictos y que sabe pararlos gracias a nuestras enseñanzas.
Convivencia con otras mascotas
Teniendo en cuenta su carácter complaciente y una buena educación en la que nos hemos afianzado como líderes de nuestra pequeña manada en casa podemos afirmar que se llevará perfectamente con otras mascotas. Si llevamos a cabo las presentaciones adecuadas conseguiremos un respeto y cuidado mutuo. Obviamente aunque sepamos el carácter general que puede tener una raza u otra, todo depende del perro. Así pues, nos encontraremos con American Staffordshire Terrier que al principio se lleven mal y luego aprendan a comportarse así como otro que ignorarán por completo al gato o conejo de turno u otros Amstaff quizás serán hasta dominados por gatos, por ejemplo. Lo que desde luego está claro es que las apariencias engañan y nuestro American Staffordshire Terrier presenta, tal y como afirman sus dueños, un buen carácter perfectamente compatible tanto con niños como decíamos en anteriores post como con el resto de animales de compañía que haya en casa aunque sean gatos, conejos u otros de pequeño tamaño que puedan parecer buenas presas.
Hay que tener en cuenta antes de nada que todos los perros se pueden educar y se pueden crear compatibilidades, pero cuando estamos ante perros de semejante envergadura tenemos que saber que contamos o con tiempo para aprender a educarles perfectamente o con la experiencia de saber hacer las cosas porque un descuido en estos casos nos puede salir caro. Lo más recomendable es juntar a nuestro perro con otro can de carácter tranquilo ya que nos hará la convivencia más sencilla, pues si no hay un provocador, nuestro Amstaff no se verá incitado a saltar. No habrá reto que responder (la conducta conocida como bravura) y estaremos tranquilos. Si estamos ante dos machos de parecidas características es apropiado que se conozcan desde cachorros para que les enseñemos con más facilidad en esta época de su vida que absorben todo. De todas formas como contamos siempre con la virtud del American Staffordshire Terrier de querer prestarnos atención y hacernos caso será muy llevadero la educación y la convivencia con quien sea, solo debemos sacar lo mejor de si mismo.
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