Al comienzo de llegar la mascota en casa, uno de los cuidados necesarios para un perro adoptado más importante es la aportación de seguridad que le tenemos que ofrecer. Probarle que eres de fiar, fiable y previsible. Si comienzas demandando y corrigiendo, aportarás más agobio a una situación ya muy complicada. Sobre todo ten mucha empatía y ponte en su lugar, no sabemos por lo que habrá podido pasar. En los primeros días es esencial la suavidad de voz y de movimientos, eludiendo mirar al can de manera directa a los ojos. Déjale que explore su nuevo hogar reposadamente, puedes sentarte a su altura y aguardar a que se acerque, dejando que te huela, además también puedes darle confianza con algún comestible apetecible y también ir favoreciendo el contacto con mucha calma, sin prisas.
Si sostienes más de un cánido en la casa, deja que los perros establezcan la jerarquía en el conjunto, y respeta esa resolución. No cometas el fallo de intentar definirla por ellos. El nuevo can podría transformarse en el can alfa.
Posiblemente creas que no es justo, mas recuerda, los perros son caninos, no humanos. Permíteles efectuar resoluciones caninas adecuadas, y no interpongas tu juicio humano. Si en algún instante desea premiar a su animal, utilice bolas de su pienso, pequeños pedazos de zanahoria o bien alguna golosina singularmente destinada a perros como algún snack, mas no abuse de ellos. Asimismo es recomendable darle algunas veces un pedazo de pan duro o bien huesos de cuero para su dentición. Ofrézcale premios y adiestre a su mascota tras una sesión de juegos. Tras un juego de prosecución en que hay un desgaste esencial de energía, permítale a su cánido saber quién da las órdenes y dale un premio. Para educar a un cachorro hay que prestarle mucha atención. Las golosinas son importantes, pero más lo son las alabanzas y las caricias.
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