El gato y los ancianos son compatibles entre otras muchas razones por sus cualidades de autonomía, por su capacidad de entrega y necesidad de dar y recibir mucho cariño. De todas formas conviene siempre elegir para las personas mayores gatos que esten bien socializados, con buen temperamentos y no demasiado vivaces sobre todo si los nietos van de visita muchas veces a casa de sus abuelos.
Comida
Rascado
Juguetes
Camas
Protección
Transporte
Bowls
Higiene
Nutrición
Comida
Rascadores
Juguetes
Camas
Transporte
Comederos
Antiparásitos
Higiene
Suplementos
Collares
Se evitarán gatos de pelo largo que requieran demasiados cuidados de su pelo, puesto que se tendrían que cepillar todos los días, además dejarían mucho rastro por todos los lugares de la casa. Claro está que también dependerá del temperamento de las personas mayores. Igual lo que quieren es distraerse y un gato que necesite de más cuidados es ideal para las personas que aún se sientan muy activas y con ganas de cuidar a otro ser vivo. El felino ayudará a los ancianos a tener una vida más plena y feliz en todos los aspectos. El gato permite a las personas abrirse al mundo y desarrollar conductas positivas, aunque a veces se establece una relación muy cerrada.
Así como excesivamente positiva. El gato es un estupendo catalizador de relaciones y emociones que ayudan incluso a las personas enfermas hacia una mejoría. Muchos estudios han demostrado que sólo el hecho de acariciar a un gato, de hablarle o leer en su presencia sin interactuar con él, basta con hacer disminuir la tensión arterial. Estudios de gatos introducidos en hospitales muestran la utilidad del gato en casos con pacientes con patologías cardíacas, ya que la sola presencia de los felinos aumentaba el tiempo de supervivencia de los pacientes, contribuyendo a humanizar el lugar, habiendo una mejor relación entre todos, disminuyendo el grado de agresividad de los pacientes y haciéndo la vida más fácil a todos con su presencia.
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