Enfermedad Inflamatoria Intestinal en los Hurones

La enfermedad inflamatoria intestinal en los hurones más reconocida es sin lugar a dudas la gastroenteritis. Se trata de una patología que se caracteriza por la infiltración de células plasmáticas en una capa del tejido conectivo subyacente a la mucosa del estómago o del intestino. Los expertos aseguran que se trata de una enfermedad causas por una respuesta inmunitaria diferente a la normal, probablemente ocasionada por bacterias intestinales. La continua exposición a los antígenos y las inflamaciones no reguladas pueden ser factores para que fomentan la aparición de la enfermedad.

Los síntomas más recurrentes son la pérdida del apetito, la pérdida de masa muscular, la diarrea crónica, el sangrado en los desechos, la tos, los vómitos y la salivación excesiva. Por otro lado, la infiltración de glóbulos blancos a largo plazo indican la aparición de una reacción inflamatoria más severa. Los mecanismos exactos que causan la irritación y los factores que intervienen en la aparición de la enfermedad todavía no se saben con certeza.

Sin embargo, se conoce que las lesiones intestinales y gástricas, así como los alérgenos alimentarios pueden influir notablemente en la aparición de la gastroenteritis en los hurones.Hay muchas enfermedades que pueden causar los síntomas mencionados, por lo que el veterinario tiene que descartas muchas de ellas hasta dar con el diagnóstico definitivo. Además del examen físico puede ser necesaria una muestra de sangre y un análisis de orina. Mediante una laparotomía exploradora se pueden sacar células del animal que pueden ser cultivadas para certificar la inflamación. A menos de que se trate de un caso grave el animal puede ser tratado de forma externa en casa. Una de las cosas más importantes para curar la gastroenteritis o inflamación intestinal en los hurones es cambiar la dieta y ofrecerles a los animales únicamente productos fáciles de digerir con fuentes de proteínas saludables. Por norma general se trata de una enfermedad pasajera y mejorando su alimentación sus síntomas irán remitiendo. En caso contrario se pueden requerir medicamentos recetados por el veterinario.