Gastritis en los Hurones

La gastritis en los hurones o la Helicobacter mustelae es una bacteria que en condiciones normales,  es benigna en el tracto intestinal. Se encuentra en varias especies, incluyendo a los animales domésticos como perros, los gatos y los cerdos, así como en los seres humanos. Los hurones adquieren el Helicobacter mustelae muchas veces a través del proceso de destete. Sin embargo, sólo un pequeño porcentaje de estos hurones la desarrollan.

Clínicamente se asocia  a la Helicobacter enfermedad, especialmente aquellos que están bajo estrés o sufren de otra enfermedad concomitante. Por otra parte la helicobacter mustelae es más frecuente en América del Norte en comparación con Europa. Esto puede ser debido a las variaciones en las cepas de Helicobacter. La gama media de edad de la enfermedad inducida por Helicobacter en los hurones es de tres meses a los tres años de edad.

Una investigación de la relación de la enfermedad gástrica por Helicobacter organismos similares ha dado como resultado el descubrimiento de la Helicobacter  mustelae en hurones como causa de las úlceras pépticas y la gastritis. La bacteria también se ha asociado con cáncer gástrico en los hurones. Aunque algunos hurones es posible que no muestren ningún síntoma, muchos hurones afectados pueden tener náuseas o apretar y rechinar los dientes. Otros síntomas comunes asociados con la bacteria son la anorexia, debilidad, la deshidratación, heces con sangre, dolor abdominal, pérdida de pelo o alopecia. Se supone que la helicobacter mustelae es transmitida durante el proceso de destete cómo ya hemos dichos anteriormente, aunque el estrés y las enfermedades concurrentes son factores que pueden hacer que el hurón sea más susceptible a la infección. Para establecer una relación causal entre la infección con signos clínicos de Helicobacter y una biopsia gástrica a través de una laparotomía es necesario.

Laparotomía exploradora es también útil para evaluar el alcance de la patología gástrica y para descartar cuerpos extraños, cáncer, y enfermedades inflamatorias intestinales, pero no está indicado en todos los casos. Alternativamente, un diagnóstico presuntivo puede hacerse con base en la identificación de signos clínicos sugestivos, exclusión de otros diagnósticos, y una respuesta favorable al tratamiento empírico. A menos que su hurón se niega a comer, está vomitando o gravemente deshidratado, que serán tratados en forma ambulatoria. De otra manera, fluidoterapia y los suplementos dietéticos pueden ser utilizados para estabilizar los animales. El calentamiento de alimentos del hurón a la temperatura corporal o la oferta que a través de una jeringa puede aumentar la probabilidad de que coma. Su veterinario también recomendará un régimen de suplementos dietéticos y puede recetar medicamentos.