Huesos Rotos y Fracturados en los Jerbos

La presencia de huesos rotos y fracturados en los jerbos es algo más habitual de lo que la gente cree y hay que saber cómo actuar para evitar que la lesión se convierta en irreparable. Los huesos fracturados o rotos se presentan principalmente como resultado de caídas accidentales desde una ubicación considerablemente alta. Las fracturas también pueden ocurrir debido a algunos tipos de trastornos de la nutrición tales como los desequilibrios de calcio y fósforo, ya que en esos casos los huesos se vuelven mucho mas frágiles y propensos  a la rotura.

Afortunadamente, la fracturas se curan con relativa facilidad en los jerbos ya que sólo requieren una inmovilización adecuada y un poco de descanso. Entre los síntomas más destacables están el dolor extremo, la negación a moverse a causa de la presión y la hinchazón alrededor del área fracturada. Las fracturas óseas en los jerbos se producen por accidentes debido a como podría ser el manejo inadecuado, aunque algunos ejemplares se lesionan al quedar atrapados en elementos tan dispares como la rueda de ejercicio o los barrotes de la propia jaula.

Los signos clínicos son evidentes a simple vista, por lo que el veterinario puede realizar un diagnóstico con solo observar al animal. Para el tratamiento se necesita fijar la zona afectada. Hay que intentar que los jerbos se muevan poco durante un tiempo, por lo que es aconsejable reducir el tamaño de su alojamiento. Lo más importante es la prevención. Es recomendable eliminar de la jaula todos los elementos con orificios en los que los animales puedan quedar atrapados. Además, hay que ofrecerles una dieta completa y equilibrada con suplementos nutritivos como el calcio para que sus huesos se consoliden correctamente.