El Hurón como Mascota

Muchas personas sienten la necesidad de saber cómo es el hurón como mascota. La personalidad de los hurones es diferente a la de los perros y gatos, aunque ello no significa que sea mejor ni peor. A diferencia de las mascotas tradicionales, los hurones parecen confiar más en la percepción táctil que en el olor o la visión.

Los hurones son animales muy curiosos. Se consideran expertos exploradores y hay que ir con cuidado porque se pueden meter perfectamente dentro de cualquier lugar inesperado y lesionarse. Como son criaturas crepusculares, los hurones están más activos durante el anochecer.

Pasan gran parte del día durmiendo, aunque pueden ser manipulados en cualquier momento. La cría selectiva ha hecho que los ejemplares destinados a convertirse en mascota sean cada vez más dóciles y existen diversas líneas cuyos individuos carecen de instinto depredador. El nombre científico de los hurones domésticos es Mustela Putorius Furo. Pertenecen a una clase de animales conocidos como Mustélidos. Esa agrupación incluye comadrejas, visones, y tejones.

Los hurones son completamente domésticos y ya no existen en estado salvaje. Sus parientes más cercanos son estrictamente carnívoros y se alimentan de ratones, insectos y presas de pequeño tamaño, pero para los ejemplares domésticos existen piensos específicos que contienen todos los nutrientes necesarios para su correcto desarrollo. Son animales sociables y pueden convivir en pequeños grupos siempre que se junten de forma sensata y bajo supervisión.  Las hembras son algo más territoriales que los machos. El hurón empezó a extenderse como mascota  a partir del año mil novecientos setenta y se convirtió muy rápidamente en un animal popular. Gran parte de ese mérito lo tuvo George Marchall, fundador del centro de cría de hurones más importante del mundo. La factoría sigue funcionando y ha extendido su actividad a la creación de todo tipo de productos para ese tipo de animales.