Hurones Sordos

Aunque no es algo habitual, se dan algunos casos de hurones sordos. La primera reacción frente a esta deficiencia es el miedo y la preocupación. Sin embargo, hay que tener en cuenta que un hurón sordo apenas sufre limitaciones y puede llevar una vida completamente normal. De hecho, hay dueños que tardan años en darse cuenta de que su hurón tiene problemas auditivos.

Hay diversas causas que pueden llevar a los hurones a padecer una sordera y varían desde un simple golpe hasta el uso equívoco de un medicamento. Sin embargo, uno de los motivos más frecuentes es la procedencia congénita.

Este defecto hereditario puede estar presente en distintas especies, incluso en los humanos, aunque en el caso de los hurones los problemas se están acentuando debido al cruce de ejemplares con cierto parentesco buscando colores poco habituales. Esta práctica derivada de la selección artificial es normalmente evitada por los criadores profesionales para erradicar los problemas con el paso del tiempo.

En el caso de que un hurón se haya quedado sordo por este defecto, hay que tener en cuenta que no es un ejemplar apto para reproducción, pues la sordera es solo uno de los problemas genéticos que tiene esta enfermedad, conocida como Síndrome de Waardenburg. Fomentar la cría de estos ejemplares produciría una línea de animales con problemas cada vez más severos. Reconocer a los hurones sordos no es sencillo, pero puede percibirse porque dejan de reaccionar frente a sonidos fuertes como podría ser el ruido de una aspiradora. Para asegurarse lo más recomendable es producir un estruendo fuera del campo de visión del animal para ver si se vuelve. Pese a que algunos ejemplares se hacen algo más agresivos por su inseguridad, los hurones sordos estrechan lazos de dependencia más fuertes con sus propietarios y a largo plazo resultan ser animales mucho más sociables.