La Jaula del Conejo

La jaula del conejo tiene que adaptarse a la raza y edad del animal, pero es imprescindible tener en cuenta que ofrecer un espacio óptimo influirá positivamente en su salud. Hay jaulas especiales para conejos que vienen preparadas con todos los elementos que necesitan para vivir cómodamente. La mayoría de ellas tienen la base de plástico desmontable para agilizar las tareas de limpieza. Es recomendable adquirir un recinto con tolva para poder suministrar el heno de una forma fácil e higiénica.  La altura no es un factor demasiado importante, pero sí la longitud. Un conejo adulto necesita al menos una jaula de sesenta por cuarenta centímetros.

Para cubrir la base de la jaula se puede utilizar un sustrato higiénico absorbente que no solo eliminará los olores sino que también evitará la propagación de enfermedades de ámbito bacteriológico. La viruta de madera solo será recomendable si está producida especialmente para los animales, ya que la habitual puede contener restos de polvo dañino para los ojos de los conejos. La jaula debe colocarse en una zona con buena ventilación pero apartada de las corrientes de aire. Es recomendable que sea una zona con mucha luz, pero nunca debe darle directamente el sol. Hay que asentarla en un lugar estable porque el conejo podría derribarla con el movimiento.

La diversidad y el enriquecimiento ambiental son elementos fundamentales para el buen estado psicológico de los conejos, por eso hay que introducir en la jaula varios juguetes y elementos con los que puedan interactuar. Ofrecer escondites, túneles y desniveles ayudan a crear un entorno más confortable. Es imprescindible incorporar elementos fibrosos como cuerdas o troncos de madera natural para que los conejos puedan tanto recortar sus uñas como desgastar los dientes. Por muy grande que sea el recinto del conejo hay que sacarlo al menos una vez al día para mejorar su movilidad muscular y prevenir frente a enfermedades articulares como la artrosis.