Mantis Religiosa

La mantis religiosa es un animal fascinante que cada vez cuenta con más adeptos. Uno de los insectos preferidos que son elegidos como animales de mascota son las mantis religiosas porque son muy fáciles de cuidar. Son invertebrados fascinantes que viven en las plantas donde haya otros insectos alrededor.  Son fantásticos depredadores  que pueden girar asombrosamente la cabeza a 180º para observar a sus presas. Destacan por su cabeza triangular y sus dos grandes ojos compuestos. Podrás distinguirla por su color verde o pardo que le ayuda a camuflarse entre las plantas. Atrapan a sus víctimas con sus poderosas patas y las inmovilizan.

Una de las características más populares y conocidas es que la mantis religiosa hembra se come a su pareja después del apareamiento. Normalmente podrás diferenciar una mantis macho de una hembra por que estas son de mayor tamaño. Existen una serie de consejos muy útiles para tener una mantis religiosa de mascota sin necesidad de encerrarlas en un terrario. En primer paso sin duda es conseguir una mantis religiosa.

Para ello puedes acudir a una tienda de animales o conseguirlas en la naturaleza fácilmente sobre todo en áreas donde haya mucha vegetación aunque también puedes optar por cómprala. El siguiente paso es  conseguir una planta pequeña que no tenga pesticida para que le sirva de alojamiento que puedes colocar en un jardín o contenedor de insectos si no tuvieras esa posibilidad y en cuanto a la alimentación le puedes dar cualquier insecto más pequeño pues son carnívoras. Puedes buscar moscas, grillos, saltamontes, avispas, mariposas, palomillas…ect. Su alimentación es importante para que no escape del sitio donde la tienes. Otro de los elementos de su cuidado que deberás prestar atención es la humedad por lo que deberás rociar todos los días sobre la zona donde se encuentre además también será importante para que beba.